La principal característica demográfica de los países desarrollados es la inversión de la pirámide de edad. Las causas de este fenómeno deben buscarse en el aumento de la esperanza de vida y en la reducción del índice de natalidad. En un futuro próximo, el reparto demográfico de la población estará dominado por una amplia proporción de personas mayores, una franja de población que presenta una serie de dolencias físicas y psicológicas propias. El hábito deportivo permite satisfacer en buena parte las necesidades del cuerpo y de la mente.
Antiguamente, el anciano desempeñaba unas funciones determinadas en el seno de la familia y sus opiniones sobre distintos aspectos (económicos, educativos, etc.) eran un punto de referencia válido en el debate familiar, con lo cual no dejaba de desarrollar una cierta actividad y mantenía una vida participativa. En cambio, hoy en día, la jubilación implica un cambio de costumbres de la noche a la mañana. Las generaciones de una misma familia suelen vivir en distintos hogares y, mientras unos están absorbidos por la actividad laboral, los otros tienen por delante todo un día que deben llenar con ocupaciones. Esta nueva etapa de la vida comporta en muchos casos la disminución de la capacidad económica, debida a la pérdida del compromiso laboral y la insuficiencia del sistema de pensiones, un menor grado de relación social, un aumento progresivo de las dolencias, estados depresivos originados por pérdida de seres queridos o la sensación de indefensión, etc.
El grado de adaptación a la nueva forma de vida que implica la jubilación no es el mismo en todas las personas, puesto que depende de factores individuales, como son la salud, el estatus económico, el nivel cultural, el lugar de residencia, la integración positiva en el medio familiar, la amplitud del círculo de amistades, etc.
Actualmente nadie duda de los beneficios que reporta un estilo de vida activo en las personas mayores, especialmente en las que asumen con más dificultad la nueva situación. El hecho de que todas las personas de edad avanzada puedan llevar a cabo
actividades que comporten ejercicio físico no garantiza el fin de todos los problemas, pero por lo menos permite afrontar una etapa de la vida que cada vez será más larga con la máxima salud e ilusión.
La mayor parte de la oferta deportiva para la tercera edad consiste en actividades como la natación, la gimnasia acuática, la gimnasia de mantenimiento, el aeróbic y las caminatas.
Estas modalidades deportivas no son las únicas, y sus efectos en el plano físico y mental son sin duda alguna beneficiosos. La práctica deportiva no sólo contrarresta las dolencias propias de la vejez (cardiopatías, enfermedades reumáticas, artrosis, hipertensión, diabetes, etc.) y mantiene la capacidad funcional de la persona, sino que también estimula aspectos psicológicos (autonomía personal y seguridad en sí mismo), emocionales y sociales.
Los mayores y la actividad física dirigida
– Las personas mayores pueden llevar a cabo el mismo ejercicio que un adulto.
Simplemente deben tomar unas pocas precauciones.
– Es necesario realizar una revisión médica y tener en cuenta el historial antes de elaborar la ficha de trabajo.
– Conviene prestar una atención especial al calentamiento y la vuelta a la calma. Por ejemplo, hay que calentar cinco o diez minutos caminando (en la cinta o en el exterior) o pedaleando en la bicicleta estática, y seguidamente realizar algunos estiramientos suaves.
Al finalizar la sesión también se debe realizar una serie de ejercicios de estiramiento.
– Probablemente se necesitará más tiempo de recuperación entre ejercicios.
– El programa de ejercicios debe estar adaptado a las habilidades de cada uno.
Excederse puede ser perjudicial en caso de antiguas lesiones.
– Los ejercicios de equilibrio, de posición y de fuerza son muy importantes en este grupo de edad, porque repercuten directamente en la ejecución de las acciones cotidianas.
– Las relaciones sociales son una parte importante del éxito de un programa de preparación física, que debe mejorar la salud sin desatender la diversión.
Por esta razón son importantes los ejercicios en grupo.
– En caso de duda, siempre es preferible curarse con salud y optar por trabajar con menos peso, con ayudas para el equilibrio, etc.
Beneficios de la actividad deportiva en las personas mayores
– Mantiene el tono muscular y detiene la artrofia.
– Favorece las articulaciones.
– Combate la descalcificación ósea.
– Mejora el sistema cardiovascular.
– Aumenta la capacidad respiratoria.
– Activa el metabolismo.