Salud en verano
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En verano debemos seguir cuidando nuestra salud

Consejos para el verano

… ¡Y agosto llegó! Muy querido por algunos, muy odiado por otros… pero no deja a nadie indiferente. Para algunos es el momento fantástico para hacer todo aquello que no se puede hacer en el día a día rutinario. Llega el momento de despedir los compañeros de trabajo, de universidad y viajar… muy lejos, o muy cerca, solos o excesivamente acompañados pero es época de cambios y de movilizarse. Para otros es momento de trabajar por primera vez haciendo sustituciones de los que ahora se van y de tener, por lo tanto, el primer contacto en el mundo laboral. Para otros no será el primer contacto laboral, pero si será momento de poder volver a trabajar. Sea de una manera o de otra el verano significa: cambio.

¿Y cuántos pacientes experimentan cambios también en verano? Aquellos que son afines a nuestro servicio de fisioterapia, en verano se toman un descanso. ¿Un descanso que a lo mejor en invierno ni se hubieran planteado?, o aquellos pacientes que justo al hacer las maletas, al subirlas al coche, al jugar a raquetas de playa con su hijo sufren alguna afección lumbosacra incapacitante o bien experimentan dolores que no habían sufrido nunca…

Salud en verano

En verano debemos seguir cuidando nuestra salud, bien porqué percibimos que es el mejor momento para hacerlo, bien porqué en estos momentos de descanso es cuando el cuerpo “pasa factura” a los niveles de estrés al que le sometemos durante el resto del año. La mejor manera para tratar estos desajustes corporales es poniéndote en manos de un profesional de la salud, que te asesorará, derivará y/o tratará de forma individualizada. Pero de forma general, estos 8 consejos pueden ayudarte a mejorar tu percepción y estado de salud, en general:

¡Hidrátate bien!

Ya sabemos que con el calor, se aumenta la deshidratación del cuerpo. Además, piensa que el sudor y la orina son vehículos del cuerpo humano para eliminar toxinas perjudiciales para tu salud y los tejidos. Pero para poder hacer esta función “desintoxicativa” se necesita un buen aporte de agua (¡y no se vale decir que la cerveza ya lleva!) Los zumos naturales, no solo tienen un gran contenido de agua, minerales y fibra válida para nuestro intestino, sino que también, aquellas frutas maduradas al sol tienen un buen contenido de vitamina C, que tiene un gran poder antihistamínico.
Aliméntate bien

Fíjate en los huertos que tienes alrededor de casa. Están llenos de color y formas. Aprovecha la oportunidad que te da el buen tiempo para saborear sus frutos. Los vegetales son prácticamente los únicos alimentos que alcalinizan el cuerpo humano y neutralizan el pH ácido, que puede aumentar la sensación de dolor muscular.

Toma el sol

No hay mucho que decir sobre ello, puesto que ya se han descrito en numerosos estudios científicos el poder beneficioso del sol sobre la síntesis de vitamina D y el estado de humor general, por el efecto que tiene sobre la segregación de los diferentes neurotransmisores del sistema nervioso descendente, que también nos ayudarán a combatir el dolor y la depresión.

¡Muévete!

La contracción muscular mejora, entre muchas otras cosas, la calidad de captación energética del músculo. A parte, la actividad física ha demostrado evidencia científica en mejorar el estado general de salud en múltiples patologías de alta prevalencia.

Descansa

En verano hay tiempo para todo, y aunque lo vivas como si fuera el último de tu vida, no olvides que tu cuerpo necesita dormir y descansar. Es mientras dormimos cuando el cuerpo aprovecha para repararse y regenerarse. Sería fantástico que además pudieras descansar por la noche.

Relaciónate  con tus seres queridos

No hay nada mejor que estar con los tuyos y sentirte feliz. Todo el mundo necesita afecto y cariño y en verano siempre se suele tener más tiempo para poder compartirlo. Aprovéchalo para dar muchos abrazos a quién creas que se los merezcan.

¡Ríete!

Y no solo porqué reírse es la expresión de pasarlo bien, sino porqué mejora la variabilidad del ritmo cardíaco, la ventilación y la disminución de los niveles de cortisol y otras hormonas que participan en la elaboración del estrés, sino que además favorece la movilidad visceral, que muchas veces se ve reducida por los largos periodos de sedentarismo que pasamos (en el trabajo, en el coche, en casa…)

Sé feliz y positivo

¡No hay nada más preventivo y curativo que eso! Sí que es cierto, que solo podrás ser feliz y positivo si todo tu organismo funciona correctamente, pero podemos poner nuestro granito de arena y contribuir a ello si nos damos mensajes positivos. Sí, es un rollo hacer y deshacer maletas pero piensa que es una inversión para pasar tiempo con tus seres queridos y en algún lugar diferente. Sí, pasaremos calor, haremos colas en la carretera, en los restaurantes, en los museos… pero no por refunfuñar más van a acelerarse antes y te pondrás de mal humor (¡recuerda los beneficios de reírse!). Aprovecha para relajarte, observar tu entorno, mirar el paisaje, hablar con los acompañantes del coche, cantar, jugar a juegos imaginativos con tus hijos o, sencillamente, siéntete feliz por poder estar disfrutando de ese tiempo.
Porque pasar un buen verano no tiene que ser nada más que estar con tus seres queridos, riéndote mientras haces deporte y a la luz del sol, tomar un tentempié sano y refrescante e irte a descansar pensando en lo feliz que has sido durante ese día…

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