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¿Te han diagnosticado bursitis trocantérea? ¿Qué tratamiento tiene?

La bursitis trocantérea, también llamada trocanteritis (inflamación del trocánter mayor del fémur) es una de las causas más comunes de dolor en la cadera, especialmente en personas activas o en aquellas que han experimentado cambios en su actividad física.

Esta condición se caracteriza por la inflamación de la bursa trocantérea, una pequeña bolsa llena de líquido en la parte externa de la cadera que reduce la fricción entre los tendones y el hueso del trocánter mayor del fémur. Cuando se inflama, puede causar dolor significativo y limitar la movilidad del paciente.

En este artículo vamos a abordar las principales causas de la bursitis trocantérea, los métodos de diagnóstico, los síntomas característicos y, lo más importante, el tratamiento fisioterapéutico y médico disponible para esta patología.

¿Cuáles son las causas más frecuentes de la bursitis?

La inflamación de la bursa trocantérea se puede dar por muchos motivos. Esta afección puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más frecuente en mujeres y en personas mayores de 40 años. Algunos de los factores que influyen en su aparición son:

  1. Movimientos repetitivos o sobrecarga mecánica: Actividades como correr, subir escaleras o caminar largas distancias pueden influir en su aparición al generar fricción y presión excesiva sobre la bursa.
  1. Traumatismos directos: Un golpe fuerte en la cadera, como una caída o un impacto en un deporte de contacto, puede inflamar la bursa.
  2. Alteraciones biomecánicas y mala distribución de las cargas: Debilidad en los músculos estabilizadores de la cadera, como el glúteo medio, puede llevar a una carga anormal en la bursa.
  3. Cirugías previas en la cadera: Algunos procedimientos quirúrgicos pueden afectar la mecánica de la articulación y predisponer a la bursitis.
  4. Obesidad: La obesidad suele predisponer a su padecimiento, por la mayor sobrecarga, las articulaciones de los miembros inferiores y la zona lumbar.
  1. Enfermedades inflamatorias y metabólicas: La artritis reumatoide, gota o diabetes pueden aumentar la susceptibilidad a esta afección.
  2. Sedentarismo y debilidad muscular: Un estilo de vida sedentario puede provocar una disminución en la estabilidad de la cadera y aumentar el riesgo de bursitis.

¿Cómo se diagnostica la bursitis?

El diagnóstico de la bursitis trocantérea, en la mayoría de casos, se realiza a través de la evaluación clínica del paciente y, en algunos casos, se precisan estudios de imagen para confirmar la inflamación y descartar otras patologías.

En cuanto a la evaluación clínica, un fisioterapeuta o médico especialista realiza una anamnesis detallada, preguntando sobre el inicio del dolor, factores que lo agravan o alivian y antecedentes de lesiones o enfermedades previas. Posteriormente, se lleva a cabo una exploración física en la que se pueden identificar:

  • Dolor localizado en la parte lateral de la cadera, especialmente al presionar la zona del trocánter mayor.
  • Limitación del movimiento de la cadera debido al dolor.
  • Dolor al acostarse sobre el lado afectado.
  • Posible debilidad en los músculos glúteos.
  • Alteraciones en la marcha por la incomodidad al caminar.

Si el dolor persiste o si se sospecha otra patología, se pueden solicitar estudios de imagen complementarios:

  • Ecografía musculoesquelética: Suele ser la más usada, ya que es rápida y detecta inflamación en la bursa, además de descartar desgarros tendinosos.
  • Resonancia magnética: Proporciona una imagen detallada de tejidos blandos.
  • Radiografía: No visualiza la bursa, pero ayuda a descartar alteraciones óseas o artritis.

Síntomas más frecuentes de la bursitis

Los principales signos y síntomas de la bursitis trocantérea incluyen:

  • Dolor de larga evolución en la parte lateral de la cadera que puede referirse hacia el muslo.
  • Molestias al acostarse sobre el lado afectado.
  • Sensibilidad al tacto en la zona del trocánter mayor.
  • Dolor mecánico al subir escaleras, caminar largas distancias, al pasar de sentado a estar de pie o al estar mucho tiempo de pie.
  • Rigidez y limitación en la movilidad de la cadera, especialmente en la abducción (separar lateralmente la cadera).
  • Sensación de ardor o inflamación en la cadera.
  • Dificultad para permanecer sentado durante largos períodos.

¿Qué tratamientos tiene la bursitis?

El tratamiento para la bursitis trocantérea suele ser conservador y se basa en un enfoque multidisciplinario donde la fisioterapia juega un papel fundamental.

1. Tratamiento fisioterapéutico

La fisioterapia es clave para reducir el dolor, mejorar la movilidad y prevenir recaídas. Las principales estrategias incluyen:

  • Terapia manual: Técnicas de masaje y movilizaciones articulares para reducir la inflamación, mejorar la movilidad de la cadera y aliviar el dolor.
  • Ejercicio terapéutico adaptado y progresivo: Fortalecimiento de los músculos glúteos medio y mayor, estabilizadores de la pelvis y core, pudiendo usar también estiramientos de los músculos de alrededor de la cadera si reducen el dolor.
  • Modificaciones del estilo de vida: Algunas modificaciones como limitar actividades que agraven el dolor, usar calzado adecuado que amortigüe el impacto y evite la sobrecarga en la cadera, control del sobrepeso, etc pueden aliviar el dolor y reducir la irritación y la sobrecarga en la bursa.
  • Electroterapia: Diferentes modalidades para disminuir la inflamación y aliviar el dolor.
  • Vendaje neuromuscular o kinesiotaping: Puede ayudar a reducir la inflamación y mejorar la función muscular.

2. Tratamiento médico

En casos donde el dolor persiste, se pueden considerar otras opciones:

  • Antiinflamatorios no esteroides (AINEs) como ibuprofeno o naproxeno para reducir la inflamación en algunos casos.
  • Infiltraciones de corticosteroides en la bursa para aliviar el dolor en casos severos.
  • Terapia con ondas de choque como alternativa no invasiva para reducir la inflamación.
  • Cirugía (rara vez necesaria) en casos crónicos o cuando hay calcificaciones en la bursa.

En conclusión, la bursitis trocantérea es una afección frecuente que puede afectar la calidad de vida si no se trata adecuadamente. Un enfoque combinado de fisioterapia, ejercicio terapéutico y cambios en el estilo de vida suele ser suficiente para aliviar el dolor y mejorar la funcionalidad de la cadera. Si experimentas síntomas de bursitis trocantérea, acudir a un fisioterapeuta especializado puede ser la mejor opción para recuperarte de manera efectiva y prevenir futuras recaídas.

BIBLIOGRAFÍA:

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Pianka, M. A., Serino, J., DeFroda, S. F., & Bodendorfer, B. M. (2021). Greater trochanteric pain syndrome: Evaluation and management of a wide spectrum of pathology. SAGE open medicine9, 20503121211022582. https://doi.org/10.1177/20503121211022582

Autora: Paula del Toro (Fisioterapeuta)

1 comentario en “¿Te han diagnosticado bursitis trocantérea? ¿Qué tratamiento tiene?”

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